Las bodas son mi especialidad y donde me siento más cómodo. Podría decirse que es mi zona de confort. No se trata solo de capturar imágenes, sino de inmortalizar momentos.

Mi objetivo principal como fotógrafo de bodas es capturar cada momento y contar una historia a través de mis imágenes. Me aseguraré de que cuando recibáis el trabajo final, podáis revivir y ver reflejada esa historia en cada momento capturado. Es una forma especial de preservar esos recuerdos y hacer que perduren para siempre.

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"Cuando trabajo con vosotros, no solo soy vuestro fotógrafo de bodas, sino también la persona que estará pendiente en todo momento para asegurarme de que estéis cómodos y de que no os falte nada, de hecho, a veces bromeo diciendo que si algún día dejo de ser fotógrafo, podría aventurarme como organizador de bodas, ya que con tantos años de experiencia puedo aconsejaros sobre cómo planificar un día tan especial para que lo disfrutéis al máximo".